Estos cinco consejos pueden ayudarlo a minimizar el estrés del escrutinio del SII en caso de que su negocios este citado para una fiscalización.
Las fiscalizaciones del Servicio de Impuestos Internos pueden ser estresantes y consumir mucho tiempo y dinero cuando no se defienden de manera adecuada. Las empresas que se enfrentan a las complejas reglas de impuestos o que trabajan en negocios de alta rotación de mercaderías, como restaurantes y comercializadoras, donde los errores son recurrentes, son especialmente propensos a atraer la atención no deseada del SII.
1. Mantener las cosas en perspectiva.
Pocas auditorías son el "escaneo completo del cuerpo" o el examen línea a línea de un balance que la gente imagina cuando reciben una citación por parte del SII. A menudo errores matemático o documentos de respaldo, como en la mayoría de los casos, no coinciden con las cifras de una declaración. Abordar la preocupación del SII podría ser tan simple como proporcionar un documento faltante o corregir un formulario incorrecto y rehacer los cálculos.
Más allá de eso, a veces un solo aspecto de una devolución de impuestos provocará una luz roja y el SII solicitará material de apoyo adicional. Por ejemplo, las empresas de transporte pueden declarar sus utilidades con una base muy inferior a su utilidad real, e incluso pedir devoluciones de impuesto que los empresarios de grandes empresas del mismo rubro no podrían. "Pero hay que cumplir ciertos criterios para poder optar a este sistema tributario". Entonces, si un empresario hace este reclamo pero la actividad de transporte no cae dentro del rango requerido, el SII puede solicitar una mayor justificación.
2. Obtener ayuda.
Los emprendedores en general no tienen la necesidad de tratar directamente con el SII, ya que pueden optar por presentar los antecedentes a través de su Contador, o mejor aún, contratar algún asesor especializado en las materias por las que fue citado. "Puede haber muchos tonos de gris". "Una revisión podría estar relacionada con una devolución de impuestos, donde el SII siempre adoptará la postura de cobrar, pero si se presentan los antecedentes por parte del empresario, esto puede cambiar”. "El fiscalizador del SII escribirá los puntos" que alegan que un contribuyente debe dinero. "A menudo discutimos y ganamos porque los fiscalizadores no quieren que los contribuyentes apelen o reclamen a la recaudación, siendo esta una herramienta disponible y legal".
3. Proporcione exactamente lo que solicita el fiscalizador. El empresario debe resistir la tentación de ofrecer información “de más”. Lo que se debe hacer es entregar ni menos ni más de lo que piden. La mejor manera de terminar una auditoría del SII rápidamente es mantenerla limitada al único problema y punto que planteó inicialmente el fiscalizador. Las respuestas del empresario deben ser directas: “Sí; no; lo revisaré”. La idea no es ocultar información, si no que ahorrar en tiempo y el costo del personal que exige la recopilación de información.
4. No asuma que el SII tiene razón. Los fiscalizadores pueden cometer errores matemáticos o pasar por alto documentos importantes tan fácilmente como lo hace un contribuyente o su propio contador. Y cuando las leyes y los valores están abiertos a interpretación, el fiscalizador adoptará siempre la postura que beneficia al SII. Por ejemplo, si realiza compras de combustible para los vehículos de la empresa, "no se podría cuestionar si esta es deducible de impuestos, pero puede estar en desacuerdo sobre el monto de la deducción". En ese caso, depende del contribuyente proporcionar la información y documentos para justificar el gasto. Si puede hacerlo, el fiscalizador debiera aceptar el valor por usted propuesto.
5. Exigir límite del periodo a revisar.
Debido a las complejidades de cada negocio, a la cantidad de información que se maneja y solicita, o incluso al cumplimiento de metas del propio SII impuestas a sus funcionarios, los fiscalizadores le piden a los contribuyentes, que entreguen y justifiquen información y cálculos superiores a los plazos señalados por la ley, que generalmente restringe las revisiones a los tres años anteriores. “A esto se puede decir sin problemas que no”.
Al final del ciclo "Si el SII tiene razón, debería pagar lo que le reclaman; si no la tienen, debería disputarlo". Se debe tener en cuenta que hoy el SII tiene herramientas tecnológicas que permiten que las revisiones incluso sean iniciadas a través de su propio sitio web, considerar siempre esta alternativa consultando igualmente a un experto, para entender la envergadura de lo reclamado.
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